Del apego al amor
Inicie sesión para tener acceso al link de descarga de este recurso o hágase socio de la AETG
La condición básica de la personalidad es de un sentido muy arraigado de carencia, de no ser suficiente, de no estar completo. Las emociones y pensamientos negativos son emociones y pensamientos separadores, egoístas. Cargamos con muchos recuerdos dolorosos, y cada vez que se reproduce una situación vital similar a aquella que causó sufrimiento, se desencadena la misma respuesta mental-emocional que en el pasado nos permitió sobrevivir, pero que ahora requeriría otra reacción. El trabajo gestáltico identifica esas emociones negativas provenientes de pensamientos separadores, favoreciendo la integración de opuestos y una actitud desapegada ante ideas, objetos y personas, y en definitiva, ante la vida. El amor desea la unidad, pero el ego, entregado a sí mismo, necesita la separación para sobrevivir. Al ego le cuesta mucho soltar su postura de “tengo razón”. Para amar, el ego necesita desaparecer, morir. El amor es un estado de conciencia. Solo cuando un día, en medio de una discusión, de repente nos damos cuenta de que tenemos otra opción, y quizás decidimos abandonar nuestra reacción, simplemente para ver qué pasa, entonces, nos rendimos, entramos en el vacío. Hay un momento de pánico, pero enseguida sentimos que podemos abandonar la lucha por el poder. Y entonces sentimos mucha libertad, ligereza y una profunda paz. “No hacer nada” cuando estamos en un estado de intensa presencia es un poderoso transformador que sana a las personas y las situaciones. Porque en estado de Presencia nada nos puede hacer daño. Todo juicio y toda negatividad desaparecen y solo se siente paz. Y en esa paz hay una gran alegría. Y en esa alegría hay amor.
Citación recomendada:
Flores Siles, Elisabeth. Del apego al amor [en línea]. AETG, 2013. [https://aetg.es/recursos/tesina/apego-amor]. [Fecha de consulta: 27/06/2022 - 23:32]