Espíritus hambrientos en una sociedad voraz: Un enfoque gestáltico de los desórdenes alimentarios
Vivimos bajo la tiranía de la báscula. Inmersos en una cultura en la que el peso marca la medida de nuestra importancia personal, la báscula se ha convertido en el órgano de control más importante y la dieta en su compañero más fiel. Esta es la cultura que rige nuestros valores. Nuestra vida medida en gramos. Los desórdenes alimentarios se contemplan como un problema asociado a la imagen corporal, al canon de belleza establecido que dirige la idea de que lo hermoso es estar delgado. Y que junto al concepto de delgadez se asocia el éxito social y personal.