En esta tesina voy a intentar mostrar cómo se elabora un Genograma o Genosociograma y la utilidad que puede tener en la práctica habitual de la Terapia Gestalt en sesión individual, básicamente, aunque en grupo también tiene gran utilidad. La elaboración del Genograma puede realizarse en un momento determinado del proceso terapéutico donde se hagan muy presentes los patrones, las creencias y los modos de funcionamiento que determinan claramente la conducta personal del cliente y que pueden tener una relación directa con el sistema familiar de origen y con el momento actual que esté vivenciando. Hay comportamientos que son difícilmente explicables a partir de los rasgos personales de la persona (inteligencia, carácter, actitud, etc.) y que pueden entenderse como respuesta a ciertos desórdenes en el sistema familiar. En este momento es importante incorporar una mirada sistémica para abordar la realidad de lo que acontece dirigida al contexto, lo interactivo, lo relacional que puede provenir del sistema. Entre la teoría de los campos morfogenéticos, que sostiene que cada especie tiene una memoria propia acumulada que resuena en cada uno de sus ejemplares y de la epigenética conductual que nos viene a decir que las experiencias de tu abuela dejan marca en tus genes, aparece esta herramienta muy utilizada en los ámbitos de la terapia transgeneracional (Anne Ancelin Shützenberger), la descodificación biológica (Christian Flèche), la psicogenealogía o metagenealogía (Alejandro Jodorowsky) y aporta pistas muy interesantes para elaborar hipótesis de trabajo de cara a la toma de conciencia por parte del cliente.

Desde la propia experiencia en terapia, cuando construimos un Genograma, tengo el total convencimiento de que la actitud gestáltica -el ser, el hacer y el estar- se da plenamente y que el acompañamiento amoroso a la toma de conciencia favorece una respuesta nutritiva en el cliente.

Palabras clave: genograma, genosociograma, sistema, familia, gestalt.