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protocolo prevención abusos
4 de Junio de 2025
La AETG aprueba su primer protocolo para la prevención de abusos: un paso firme hacia una comunidad segura y ética
Párrafos

Con el objetivo de garantizar espacios terapéuticos, formativos y profesionales seguros, inclusivos y libres de violencia, la Asociación Española de Terapia Gestalt (AETG) ha aprobado su primer Protocolo para la prevención, detección y actuación ante situaciones de violencia machista, prácticas abusivas y discriminatorias y otras formas de violencia. Este documento se convierte en un hito institucional y ético, que marca un antes y un después en el compromiso de la Asociación con los derechos humanos, la equidad y la protección integral de las personas.

“El Protocolo expresa la voluntad colectiva de construir una práctica terapéutica y formativa ética y comprometida con la dignidad y el bienestar de todas las personas”, explica Sara Barrientos, una de las responsables de su elaboración.

Un proceso participativo y pionero en el ámbito terapéutico

El protocolo se desarrolló entre diciembre de 2024 y abril de 2025, a partir de un encargo del Comité de Reclamaciones, Escucha y Acompañamiento. La coordinación estuvo a cargo de la experta Silvia Alberich Castellanos y contó con la participación de representantes de la Junta Directiva, la Comisión Social, la Comisión de Facilitación, el Comité de Ética y la Sección de Escuelas.

A lo largo de tres sesiones participativas se abordaron las definiciones de violencia, las medidas preventivas y los circuitos de actuación. Según Barrientos, “no hubo resistencias, aunque bueno, eso no quiere decir que no las podamos encontrar por el camino, hay personas que todavía tienen poca reflexión sobre los abusos de poder”.

La aprobación final en asamblea fue prácticamente unánime, con solo un voto en contra. “Muchas personas se acercaron a comentar la necesidad de transformar la cultura terapéutica y dotarnos de herramientas para erradicar cualquier forma de abuso”, señala.

Tipos de violencia contemplados

El protocolo identifica y define diferentes formas de violencia que pueden manifestarse en el ámbito gestáltico, incluyendo:

  • Abuso psicológico y de poder
  • Acoso sexual y conductas sexuales inapropiadas
  • Discriminación por motivos de género, orientación, origen, edad, etc.
  • Violencia digital
  • Acoso psicológico en el entorno profesional o formativo

Estos conceptos se abordan desde una perspectiva integral e interseccional, reconociendo también las dinámicas normalizadas por el cisheteropatriarcado y la urgencia de revisar las prácticas de poder y consentimiento en el contexto terapéutico, tal y como nos explica Sara Barrientos.

Prevención: una responsabilidad compartida

La prevención es uno de los pilares fundamentales de este protocolo. En este sentido, la AETG prevé diversas acciones para fomentar una cultura institucional segura:

  • Actos de presentación del protocolo
  • Inclusión de contenidos sobre género, interseccionalidad y abuso en los programas formativos
  • Formaciones obligatorias para responsables de escuelas
  • Publicaciones sobre poder y diversidad en la revista de la AETG
  • Revisión de las tesinas con enfoque interseccional
  • Además, las escuelas asociadas tendrán 18 meses para desarrollar sus propios protocolos específicos, con formación previa de la AETG.

El protocolo establece un circuito claro para que las personas asociadas puedan activar mecanismos de protección y denuncia ante situaciones de abuso o vulneración del código ético. “Es fundamental que cada escuela adapte este circuito a su realidad organizativa, manteniendo siempre como pilares la protección a las víctimas, la garantía de un proceso justo y la reparación efectiva del daño causado”, remarca Barrientos.

Este protocolo no solo responde a la necesidad de actuar ante situaciones de abuso, sino que busca impulsar un cambio profundo en la forma de comprender y ejercer el poder, el consentimiento y los vínculos profesionales dentro de la comunidad gestáltica. “Con este marco, la AETG da un paso firme hacia una mayor coherencia con los principios y valores que sostiene”, concluye Sara Barrientos.