Las relaciones de poder, de dominio están muy presentes tanto en la vida cotidiana como en la práctica terapéutica: relaciones y vínculos que se establecen de modo desigual y en las que predomina una relación de dominio de uno a otro miembro de la relación: las relaciones sadomasoquistas. Dichas relaciones están presentes en todos los ámbitos de la vida: laboral, de pareja, amistades, incluso en la relación terapéutica. El sadismo-masoquismo, el superyó-el yo, la identificación-alienación aparecen tanto dentro como fuera de la persona. Una guerra desigual y desgarradora. Guerra en donde nunca va a haber un ganador real. Llegar a una posible igualdad, o paz soñada, conlleva el tránsito por un temor angustioso, pasa por despegarse del polo con en el que estoy identificado y que lo siento como esencial. Tal relación desigual conlleva una tensión permanente en el sujeto y al mismo tiempo,  por su inmutabilidad, a una situación que denominamos “masoquismo”. Esta inmutabilidad, este masoquismo, lo entendemos como una lucha de poder, cuyo paradigma es “la dialéctica amo-esclavo”.

Mirando desde el cuerpo ampliaremos la visión de la polaridad amo-esclavo desgranando los tipos caracterológicos que desarrollan con más claridad este tipo de relación, sus características y movimientos corporales, emocionales y mentales. Desde la práctica bioenergética, nos introduciremos en las formas de reconocer e intervenir en  esta dinámica polar, integrando este proceso desde la terapia gestalt.

Por último, y en definitiva, esta tesina es una revisión del deseo de ser y del temor de ser lo que se es. Si se quiere, un viaje de vuelta al corazón.