
Las XXXVII Jornadas Nacionales de la Asociación Española de Terapia Gestalt han dejado tras de sí una profunda huella en quienes han tenido la oportunidad de vivirlas. Este año, Madrid ha sido el epicentro de este encuentro que ha reunido a cerca de 500 personas —entre las Jornadas Internas y las Jornadas Externas— en torno a una temática tan compleja como urgente: el abordaje del trauma psíquico desde la mirada gestáltica.
Bajo la organización de la Escuela Eleusis y con el apoyo de la Universidad Pontificia de Comillas para la parte externa, esta edición ha brillado por su altísima participación, su cuidada programación y, sobre todo, por la calidez humana que ha impregnado cada momento compartido.
Participación masiva y entusiasta
La respuesta del colectivo gestáltico no ha podido ser más alentadora. Las Jornadas Externas agotaron su aforo en los primeros días, habilitando además un enlace online para responder a la alta demanda. Más de 250 personas participaron en esta modalidad.
Por su parte, las Jornadas Internas reunieron a más de 400 personas socias, que mostraron un compromiso activo y participativo, confirmando el interés por seguir profundizando en el trabajo con el trauma desde nuestra práctica terapéutica.
Una mirada actualizada sobre el trauma
A lo largo de las Jornadas, se puso de manifiesto la necesidad de integrar una comprensión consciente, respetuosa y actualizada del trauma en la Terapia Gestalt. El trabajo corporal, el enfoque en la regulación del sistema nervioso y la prevención de la retraumatización fueron algunas de las claves más repetidas.
También se reflexionó sobre la complementariedad de la Gestalt con otros enfoques contemporáneos, sin perder su esencia ni su raíz humanista. La posibilidad de incorporar aprendizajes de la neurociencia o de otras corrientes terapéuticas generó un debate abierto, con deseos de continuidad.
Entre los muchos espacios vividos, algunos momentos brillaron con luz propia fue la mesa redonda sobre la formación en trauma para gestaltistas, moderada por Leticia Gómez-Delgado y con la participación de Carmen Vázquez, Gabriela Bianco y Juan Carlos Valverde, fue un verdadero hito en cuanto a profundidad y calidad del debate.
Mención especial merece también la entrevista de Victoria Civantos a Mireia Darder, emotiva y transformadora, reunió a una gran audiencia que escuchó con respeto y atención cada palabra. Finalmente, no hay que olvidar la dinámica corporal de gran grupo conducida por Marta O’Kelly, con más de 100 personas participantes y que conectó cuerpo, emoción y mente para abrir una vía de integración del trauma desde la vivencia física.
Una organización con alma
Desde la Escuela Eleusis, entidad organizadora, Marta O'Kelly destaca que "ha sido una experiencia profundamente transformadora". “Nos llevamos el orgullo de haber impulsado unas jornadas que han permitido encontrarnos, actualizarnos y fortalecer los vínculos de nuestra comunidad gestáltica”, señala.
El agradecimiento al alumnado fue especialmente emotivo, destacando su presencia generosa y compromiso constante.
El ambiente vivido durante estos días en Madrid fue “profundamente humano, reflexivo y festivo a la vez”, añade O'Kelly. Y es que de hecho, se respiró cercanía, respeto y una gran alegría por el reencuentro. Un clima de comunidad y pertenencia que, sin duda, ha dejado huella en quienes lo vivieron.
Próxima parada: ¡Canarias!
Con la emoción aún a flor de piel, nos despedimos de esta XXXVII edición sabiendo que ya estamos preparando la próxima: en 2026, las Jornadas Nacionales viajarán a Canarias. Un nuevo encuentro, un nuevo territorio, y una nueva oportunidad para seguir creciendo como comunidad.
Gracias a todas las personas que han hecho posible este encuentro. Y sobre todo, gracias por seguir caminando juntas y juntos hacia una Terapia Gestalt más consciente, rigurosa y profundamente humana.